Sufro tanto cuando me van a anestesiar lo que es el paladar, porque quieras o no, es una inyección y siempre el piquete se siente un buen rato hasta que poco a poco se va durmiendo la zona donde te inyectan, ¿mencione que le tengo un poco de miedo a las inyecciones?
Ahora fui con el dentista, me quitó un alambre que tenía amarrado a mi canino para que éste pudiera descender, y me tuvo que anestesiar, volví a sufrir pero esta vez estuve demasiado ansiosa, lo bueno es que logró sacar el alambre. Me iré preparando emocionalmente para el próximo sábado que me volverá a anestesiar para quitar el alambre del otro canino.
Menos mal que mi dentista no es el que sale en Little shop of horror, aunque canta bien suave.
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